Memorias de una niña que le temía a la noche
Una noche siento ganas de correr. ¡Estoy tan despierta! ¡Abajo voy! ¡Al jardín salvaje! Es de noche. Siempre deambulo por ese caserón nunca salgo al jardín. Es muy salvaje, el pasto sin cortar, los árboles sin podar. Piso carozos de nísperos o resbalo …
Read more on Clarín.com