Nihongo-United Capítulo 1
Auto Presentación
Mi nombre es Akio Susume .Mi mamá es americana, pero mi papá es japonés. La verdad es todo son todo un alboroto mis raíces de generación. Mi papá conoció a mi madre en un salón de conferencias de medicina Japonés. Ella se llama Leila Browns, mi papá se llama Hideaki Susume , él es un doctor de cirugía japonés, en cambio mi mamá estudia medicina occidental. Ambos se conocieron en un curso de medicina oriental en el Japón, y pues mi papá se enamoró de ella. Luego se casaron y aquí estoy yo.
A penas duré unos cuantos meses, pues a mi papá se le trasladó a Florida para trabajar en un famoso hospital de cirugías plásticas. Entonces tuvimos que venir a América, he visitado muchas veces a Japón. Es un buen país. Aunque ya es mi costumbre vivir aquí en América. Las cosas son muy diferentes entre estos dos lugares.Â
Todo empezó cuando mis padres decidieron llevarme a un internado Japón-Estadounidense, no por mal comportamiento o razones psicológicas. Realmente acepté la idea de ellos y decidí apuntarme al internado. Ellos pensaron que sería mejor que me aprendiera japonés para no olvidar mis raíces de nacimiento. No recuerdo el primer día, solo sé que empecé en octubre. La verdad todos me miraban con una cara de gran extrañes. Se me hizo bien difícil adaptarme. En el curso los chicos eran tranquilos, nunca tuve ningún problema con otros. Ni siquiera diferencias. Junto conmigo estaban muy buenos muchachos y muchachas, entre los cuales conocí rápidamente a algunos. Muy extraños, con actitudes diferentes, pero muy amigables.
Mi padre de por sí ya sabía hablar el inglés y por lo cual se le hizo bastante fácil comunicarse con mi mamá, incluso siempre ha sido por el inglés por el cual me comunico con mi padre. A penas sé frases como konichiwa, sayonara, Konbanwa, Gomen nasai, entre otras. Pero con el tiempo aprendí a leer y a escribir japonés en ese internado.
Ya son las 10:20 de la noche, todavía es temprano. Así que voy a utilizar el diario del instituto, es que todo estudiante debía reportar en un diario lo que hacía en cada día para que recordase los momentos que estuve en el instituto.
Aquí va el día en que entré al instituto. ¡Vaya que ahora me acordaré!
 ________________________________________________________________
Susume, Akio Â
Edad: 15 años.
Sexo: Masculino
Fecha de nacimiento: 15 de Agosto.
Nacionalidad: Estadounidense.
Características: es deportivo e inteligente. Su padre es Japonés y su madre es Americana. Deporte favorito: Baloncesto.
 _______________________________________________________________
                          Primer Día del Instituto Octubre 1, Sábado.
“Mis padres me han dejado en este instituto Japón estadounidense. Y aunque es aquí en EE.UU. mis padres desean que aprenda japonés. Realmente no sé la razón. Yo si quería venir a un internado, pero no que sea de mitad japonés, mitad estadounidense. Sí he visitado a Japón, pero no era para aprenderlo o algo así.
Esta mañana me han llevado a este lugar, tengo que admitir que de vista se ve muy bien. Al desmontarme del auto le digo a mamá:
-“¿De veras tengo que venir para acá?
Leila Susume: claro que si hijo mío. Lo hago por tu bien. Tú lo sabes.
-pero la verdad es que no quiero estar en un lugar así. No voy a entender nada de lo que dicen.
Leila Susume: no todos son japoneses. Muchos hablan tu idioma. Así que no te preocupes por eso. Ya veras que te acostumbrarás con el tiempo. Solo es cuestión de resignarse.
Hideaki Susume: Okaasan –madre- tiene razón. Es cuestión de tiempo querido hijo.
Akio: La verdad quería venir a un instituto, pero no de esta clase.
Hideaki Susume: es cuestión de tiempo.
Leila Susume: ya estamos aquí. Ahora vamos a la dirección para que te indiquen el cuarto donde vivir.
Akio: vale.
Cuando entré todo estaba bien organizado, mucha limpieza. Muchos chicos y chicas que me observaban diciendo: ¡Chico nuevo!
Y tal como decía mamá, había chicas y chicos de América, no solo japoneses.
Aunque me sorprendí al ver todo en japonés. Todos esos símbolos que se hacen llamar letras en Japón. Ese arte tan explícito con un tremendo coraje llamativo.
Recorrimos muchos pasos para llegar a la sala del director. Este instituto era mega enorme. Al llegar, el director saludó a mis padres con un gran cariño. Y me dijo: ¡Bienvenido al instituto Nihongo-United! Este joven que está aquí se llama: Hiroshi Aya (åšå½©) y él se quedará para enseñarte todo el lugar y será tu compañero de cuarto. Él es japonés. Espero que se lleven bien durante todo el tiempo que estén en el instituto.â€
Hiroshi Aya: Mucho gusto, soy hiroshi. Y tú ¿Cuál es tu nombre?
Akio: Soy Akio Susume. Y soy mitad japonés y estadounidense. Ellos son mis padres: Leila y Hideaki Susume.
Hiroshi Aya: Mucho gusto también con ustedes Hideaki-san y Leila-san.
Leila Susume: Igualmente Hiroshi.
Hideaki: doumo arigatou gozaimasu. Douzo, onegahi Shimasu ka -Muchas Gracias, ¿Puedes ayudarme? Por favor.
Hiroshi Aya: hai. Si.
No entendía nada de lo que decían mi papá y ese extraño chico llamado Hiroshi. Así que tuve que decirle a mi mamá que le dijera a papá que cortara su conversación.
Hiroshi: Pues, vamonos Akio-san. Tengo mucho que mostrarte. Y las clases comienzan en 2 días. Así que tienes mucho que ver. Tu padre me dijo que practique el japonés contigo. Es decir cuando aprendas.
Akio: Dudo mucho que aprenda este idioma que dices. No sé mucho o lo fundamental para hablarlo.
Hiroshi: nadie dijo que el japonés es un idioma fácil de aprender.
Director: claro que hiroshi tiene razón. Se tarda para aprenderlo. Pero no es imposible. Ya verás que con el tiempo te encantará el japonés. Ahora despídete de tus padres.
Akio: Si. Adiós papá, mamá. Les quiero mucho. =Cumplido=
Leila: Nosotros también te queremos. Recuerda que vendremos a visitarte de vez en cuando.
Hideaki: Te tendremos presente siempre y te llamaremos todo el tiempo. Sabes que te queremos mucho. Cuídate hijo. Adiós.
Luego de abrazos largos de parte de mi madre. Hiroshi Aya me mostró el cuarto donde se supone que debería pasar el año.
Era muy espacioso, bastante agradable, con una vista a la cancha de tenis del instituto. Era bastante maravillosa la vista. Me quedé conmocionado, por que no había visto tanta belleza cerca de mi habitación. Entonces Hiroshi me dijo:
“maravilloso, ¿Verdad?â€
Akio Susume: ¡claro! Nunca he estado en un lugar así, sobre todo tan cercano a mi habitación, esto es genial.
Hiroshi Aya: Y esto no es lo único. Hay muchas cosas más en este lugar. Así que prepárate para que te las muestres.
Akio: ¡Vale!
Entonces Hiroshi me mostró las 5 piscinas del instituto, el jardín, los 4 restaurantes distribuidos por todo el campus. Y algunas de las tiendas y lugares de estar en el internado-instituto.
Yo estaba impresionado, además el lugar tenía una atmósfera de agradabilidad y acogimiento. Hiroshi ya era conocido, pues hablaba con muchos chicos y chicas del instituto. Cuando dijo que iba al baño, yo me puse a observar el paisaje del campus. Adornado de flores silvestres, flores primaverales. Ãrboles frondosos. Y el riachuelo artificial a 1 kilómetro de donde estaba yo. No me aguante para ir a verle. Así se me olvidó que aquel joven me estaba enseñando el lugar. Aunque para mí era conocido ya este lugar, porque tomé la confianza necesaria para ir a observar ese afluente tan corto, pero atrayente.
Al llegar, era todo lo que esperaba, tenía un aroma de frescura y pureza. Que sí alguien tocaba, se echaría a perder. Estaba impresionado, la forma por la que corrían las aguas en este pequeño laguito artificial. Sus peces eran de un color bronceado-dorado. Del color de los rizos de mi mamá. De las sandalias que siempre usa mi papá cuando está en casa. Me era muy familiar aquel lugar.
Sin darme cuenta, ya tenía más de 15 minutos viendo y reflexionando este laguito. Pero era tiempo de que buscara a Hiroshi, aquel muchacho que me estaba dando el tour del campus. Estaba perdido en este lugar tan grande. Alrededor había muchos jóvenes y no sabía cuál era el camino que me llevaba a Hiroshi. Entonces le pregunté a una chica que estaba sentada en el jardín, sí había visto a este muchacho. Le describí cómo era. O por lo menos algo que supiera de él. Porque la realidad es que a él todavía no sabía distinguirlo.
Ella me dijo:
“Él estuvo hace unos minutos en el asiento de allí –señaló ella donde estaba sentado yo- pero se fue como si buscara a alguien para la piscina.â€
Akio Susume: Muchas gracias. Por cierto ¿Dónde quedan las piscinas? Es que soy nuevo en este lugar.
Chica Desconocida: yo conozco a Hiroshi-san. Te puedo ayudar a buscarlo. Mi nombre es Mika Hidaka. Soy del mismo grado que Hiroshi-san.Â
Akio Susume: ¡Oh! Mucho gusto. Mi nombre es Akio Susume. Soy su compañero de habitación. Y supongo que de grado y curso.
Chica Desconocida: ¡Claro! Entonces eres nuevo. Que bueno. Pero ¿Eres Japonés?
Porque no lo pareces. Y lo digo por tu nombre.
Akio Susume: pues si. Soy mitad americano, mitad asiático. Pero parece que me torné más americano, que japonés.
Chica Desconocida: Vale. Pues venga, te voy a ayudar.
Entonces, buscamos en las piscinas, lamentablemente no le pudimos encontrar. Y no nos quedó más remedio que ir a la oficina del Director.
Al llegar, el director me dice:
“¿Ocurre algo? Deberías estar conociendo