«Spodoptera exigua», llamada comúnmente en España rosquilla verde o gardama, en Latinoamérica gusano soldado, en EEUU y otros paÃses de habla inglesa beet armyworm, es un lepidóptero perteneciente a la superfamilia de los Noctuidos. Es una plaga migratoria y su carácter polÃfago hace que afecte a los cultivos hortÃcolas de pimiento (chile), tomate, berenjena, pepino, judÃa (frijol), sandÃa (patilla) y melón, asà como a los cultivos ornamentales.
Las hembras son muy fértiles en estaciones de temperatura suaves, pudiendo depositar hasta 1700 huevos, descendiendo esta fertilidad en estaciones frÃas hasta unos 500 huevos.
Las puestas se realizan sobre todo en el envés de las hojas. Una vez que se produce la eclosión, las larvas empiezan inmediatamente a comer en las hojas o flores más jóvenes, observándose los primeros estadios de forma agrupada. Con el desarrollo van aislándose y continúan devorando hojas y frutos.
Al final del ciclo larvario, las larvas bajan o se dejan caer al suelo para crisalidar, introduciéndose a poca profundidad y haciendo un capullo sedoso. La duración del estado de pupa, depende de la temperatura y a partir de aquÃ, emergen los nuevos adultos y se inicia un nuevo ciclo o generación.
La duración del ciclo completo varÃa según las condiciones ambientales, siendo por término medio de unos 30 ó 40 dÃas.
Los daños producidos por la alimentación se traducen en comeduras en hojas, flores y frutos.
En las hojas, los daños se observan como perforaciones más o menos redondeadas en el limbo o por los bordes, casi siempre internerviales. Las orugas pequeñas solo comen el parénquima de la hoja dejando la epidermis, sin embargo, las de mayor tamaño provocan una disminución de la superficie foliar que afecta al desarrollo vegetativo de la planta.
Los daños en frutos son muy importantes en los cultivos de pimiento y sandÃa. En pimiento, producen perforaciones por donde se introducen las orugas, alimentándose en su interior y provocando pudriciones. En sandÃa, las orugas ocasionan roeduras superficiales en la piel del fruto.
Como medidas preventivas, es importante cuidar los primeros estados fenológicos de los cultivos, eliminando restos de cosecha y malas hierbas, y colocando mallas en las bandas para evitar la posible entrada de mariposas. La utilización de trampas luminosas y de feromonas también puede ayudar al control de adultos.
Para el control quÃmico se recomiendan aplicaciones que alcancen bien el envés de las hojas con materias activas como indoxacarb, lufenuron y spinosad.
El control biológico se puede realizar con aplicaciones de Bacillus thuringiensis y del virus de la polihedrosis nuclear de Spodoptera Exigua para los primeros estados larvarios o puestas, repitiendo los tratamientos cada 7 dÃas y respetando los enemigos naturales y la acción de los depredadores generales.
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