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El manejo del suelo de viñedos en zonas con climas áridos a menudo necesita un estudio del todo el ecosistema del viñedo y en general de los objetivos de producción, así como también de viñedos situados en otras regiones. Sin embargo, los climas áridos representan desafíos únicos cuando se considera elegir cultivos de cobertura y sistemas para manejo de suelos en viñedos. La producción de uvas en climas áridos está usualmente caracterizada por una baja precipitación anual, días cálidos y noches templadas, y suelos que son ligeros en textura y bajos en materia orgánica.
Desafíos de los cultivos de cobertura y Beneficios de su uso
La erosión por viento y agua puede destruir hasta 2.5” (6.3 cm) de la capa superior del suelo durante la época de crecimiento (Figura 1), reduciendo la fertilidad del suelo y la materia orgánica. Los cultivos de cobertura pueden ayudar a cuidar los suelos propensos a la erosión, ya que el suelo se acumula en áreas donde los cultivos de cobertura están presentes. Suelos en climas áridos usualmente tienen una estructura de alta movilidad de arena y partículas de arcilla, lo que contribuye a la erosión por hídrica (por agua) y eólica (por viento) y a los daños de las vides por los efectos de “el acarreo de arena”. Ciertas especies de cultivo de cobertura son más eficaces manteniendo la capa superior del suelo que otras (por ejemplo pastos versus especies de hoja ancha). Además, las cubiertas vegetales reducen el impacto de la lluvia en los tipos de suelo propensos a la erosión.
Figura 1. Erosión del suelo exponiendo una ancla de concreto y el sistema radicular de un viñedo joven. Foto por Edward Hellman, Texas AgriLife Extension.
La irrigación de los cultivos de cobertura en ambientes áridos no es a menudo una prioridad dentro del plan general de manejo de un viñedo. La irrigación por goteo de las vides dentro de las hileras usualmente no se extiende mas allá de 15” (40 cm) desde el centro de la hilera, así muy poca agua disponible para los cultivos de cobertura llega al espacio entre las hileras. Establecer un sistema de riego doble es una opción para los cultivos de cobertura, proveyendo agua entre las hileras con micro-aspersores, mientras que las vides son irrigadas con emisores por goteo. El uso de cultivos de cobertura tolerantes a la sequía puede minimizar el uso del sistema de riego doble posterior a su fase de establecimiento.
Es importante obtener un buen cultivo de cobertura que se mantenga después de su establecimiento para obtener las ventajas de su uso. Un pobre establecimiento debido a la falta de irrigación, el bajo contenido nutricional de los suelos, o daño por frío reducirá la eficacia del sistema de cobertura en reducir la erosión del suelo, el control de malezas, o atraer insectos beneficiosos.
Tipos de cultivos de cobertura
Figura 2. Pastos perennes en un nuevo viñedo. Foto por M. Olmstead, Universidad de Florida.
Pastos. Los pastos forman sistemas radiculares fibrosos, manteniendo así las partículas del suelo agregadas en áreas propensas a la erosión hídrica y eólica. Los pastos también tienen beneficios adicionales en el manejo del nitrógeno del suelo, sobre todo en suelos con alta fertilidad y viñedos altamente vigorosos. Los pastos perennes y anuales pueden ser ambos usados para este fin. Algunos pastos anuales (o gramíneas cereales) tales como centeno, avena, cebada y triticale son utilizados como coberturas anuales durante el invierno o son plantados al inicio de la época de crecimiento para controlar la erosión durante el invierno y la primavera. Los pastos perennes son usualmente usados en viñedos en regiones húmedas o secas; sin embargo, aquellos que son tolerantes a la sequía ayudan a proveer cultivo de cobertura durante muchas estaciones en climas áridos (Figura 2).
Leguminosas. Las leguminosas son reconocidas por su habilidad de fijar nitrógeno y liberarlo por medio de sus raíces o como parte de su proceso de descomposición. Los nódulos de las raíces son las “fábricas” que contienen bacterias fijadoras de nitrógeno y forman relaciones simbióticas con las leguminosas. Existen algunas especies de leguminosas tolerantes a la sequía, tales como alfalfa (Medicago spp.) y trébol subterráneo (Trifolium subterraneum) los cuales pueden sobrevivir en climas áridos e inviernos fríos, siempre y cuando se encuentren establecidos.
Fuente : http://articles.extension.org/pages/31156/cultivos-de-cobertura-para-zonas-ridas-cover-crops-for-arid-areas
Juan Gonzalo Angel Restrepo
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