Yo También Tengo Un Sueño: &Quot; Gaza 2020 &Quot;
 Era una placida y tranquila mañana. El Sol, asomaba sus rayos lenta pero irremediablemente. La arena en sombras, dibujaba contornos cada vez mas invisibles, a medida que el Sol elevaba su majestuosidad, sobre toda la Franja de Gaza.
Hacia el oeste, el Mediterráneo descargaba sus cálidas olas, sobre la fina arena de las playas mas famosas de Medio Oriente. Hacia el este, lujosos hoteles ostentaban formas arquitectónicas, que asemejaban a los iconos de la rica historia de la región y convertido, en la referencia obligada de tres de las mas trascendentes religiones de la humanidad. Aquí: representaban un símbolo de la convivencia en paz.
Mas allá, modernas edificaciones reflejaban la pujanza económica, que traía la afluencia masiva y constante de corrientes turísticas de todos los rincones del mundo.Quien en la historia pasada no muy lejana, había ganado su fama, por representar la imagen del abandono, la tristeza y la desolación. Hoy brillaba como un diamante tallado a sangre y fuego.
Coronando este enclave, casi dos millones de palestinos, vivían en zonas residenciales, que eran ejemplo de como es posible crear de la nada, modelos urbanísticos, convertidos en el hábitat humano que todo ser humano deseaba para si.
El día era festivo ya que se conmemoraría el 10 aniversario de la creación del Estado Palestino. Se habían programado actos y eventos artísticos de nivel internacional. Las plazas hoteleras estaban colmadas de turistas ávidos de presenciar los festejos y, corroborar con sus ojos ,lo que se dio en llamar: “El milagro de medio orienteâ€.
Los contingentes turísticos que no encontraron ubicación aquí, abarrotaron también la capacidad hotelera de las ciudades israelíes cercanas a la Franja. La frontera era real y visible pero, una cantidad importante de pasos, comunicaban ambos territorios que permanecían activos todo el año.
Por ellos circulaban personas y mercancías que, a pesar de la existencia de controles aduaneros, el documento de identidad, que rara se vez se exigía, bastaba para atravesaros. Los convenios comerciales existentes, permitían introducir libremente productos en ambas direcciones. Las escuelas y universidades intercambiaban alumnos y docentes.
Los permisos especiales para trabajar dentro del territorio de Israel, eran exigencias del pasado. La moderna infraestructura deportiva, al alcance de toda la sociedad palestina, había dado impulso a muchas disciplinas. Contaban con equipos que participaban en los campeonatos oficiales israelíes.
Yo me alojaba en el tercer piso del Hilton Nueva Palestina. La habitación, no era grande pero confortable. Miraba al Mediterráneo, lo que invitaba a utilizar al amplio balcón en un mirador privilegiado. Una mesita oval con tapa de vidrio, franqueada por dos pequeños pero confortables sillones de caña, se habían convertido en mi lugar de estar preferido.
Tome el teléfono y ordene me subieran el desayuno a la habitación. Pocos minutos después un sonriente camarero, desplegó sobre la mesita oval, una variedad de manjares orientales que empece a devorar con la vista.
Mientras desayunaba, no podía dejar de observar la imponente vista de la costa. A la izquierda como a 300 mts., La Marina de Gaza, dejaba ver en sus dársenas, una colección de deslumbrantes cruceros privados, lanchas de todos los tamaños y vistosos veleros.
La actividad sobre los muelles, era la prueba de la fama mundial que se había ganado esta Marina como destino preferido de los millonarios y famosos de la región. La rambla que le servia de acceso, contaba con restaurantes y confiterías muy visitadas de noche y día.
Hacia la derecha se extendían los balnearios que hacían de base a la larga fila de hoteles de lujo. Al final, como cerrando la zona turística principal, se divisaba perfectamente, la estructura del complejo que conformaban el acuario y el casino. Ambos se habían convertido en imagen de cuanto folleto o medio publicitario sirviera para la promoción turística.
La plataforma de acceso al casino era vidriada y, se podía observar, variadas especies marinas que eran parte del acuario.El casino permanecía abierto todo el año ya que era muy visitado también, por los israelíes amantes del juego.Mi vista a la Franja de Gaza no fue casual. En mi calidad de periodista, había sido designado por el periódico “Noticias Utópicas†para cubrir los festejos.
El mundo había seguido con especial interés la evolución del flamante Estado Palestino, por lo que la cobertura periodística era una cita obligada de los medios internacionales.Los objetivos editoriales del periódico que representaba, eran muy ambiciosos. Durante toda la semana y en forma diaria, debía generar suficiente información para cubrir un espacio destacado de la edición.
Previo a mi viaje, ya se había establecido contacto con la comisión organizadora de los festejos a los efectos de comprometer entrevistas con personajes relevantes. La tarea no fue sencilla ya que había otros medios con intenciones similares. Fue así, que se concertó una entrevista con el actual intendente de Gaza.
Era mi intención, despojarla de formalismo y propuse a su secretario, realizara en un bar de la peatonal de la ciudad. Mi propuesta fue aceptada y convenimos la cita en un lugar sugerido por el mismo intendente. Luego pude saber que pertenecía al hermano, era pequeño y le daba intimidad su ubicación en un recodo casi invisible de la peatonal. El encuentro seria a las 11 hs.
Desde mi hotel al bar, había 10 cuadras que decidí recorrer a pie. Dos horas antes, con mi grabadora y la cámara de fotos en mano, inicie el trayecto. De la ciudad de Gaza antigua, casi no habían quedado vestigios, en su reemplazo fueron levantadas construcciones de todo tipo , que respondían a la planificación urbanística previamente establecida.
Solo fueron autorizados algunos hoteles internacionales que desarrollaron en altura, el espacio que no disponían en el terreno. El resto estaba conformado por edificios de entre 3 y 5 pisos de altura. Los materiales utilizados para fachadas y techos, debían responder a alternativas determinadas que lograran una efectiva integración al paisaje y, a los rasgos culturales de la región.
Abundaban espacios verdes bien cuidados, donde era evidente la aplicación de la tecnología israelí en los sistemas de riego. Las callejuelas típicas de otras ciudades árabes, habían dado lugar a amplias avenidas y calles. Las palmeras, rotondas y plazoletas floridas, ornamentaban el conjunto y, demostraban, como podía convivir la arquitectura funcional, con los símbolos culturales de la zona.
Podía verse, que los peatones que vestían con total libertad. Había quienes por razones tradicionales o religiosas preferían atuendos clásicos y característicos, y también, los había quienes preferían seguir la moda de los diseñadores internacionales.Reconocí las referencias que me habían dado para llegar al lugar de la cita. Era temprano todavía, por lo que me convertí, en un turista mas, hurgando en tiendas y escaparates.
El esmero en el diseño de los locales comerciales y la actividad que se veía dentro de ellos, eran síntomas que definían un alto consumo de productos y servicios.En realidad, todavía no había visitado otras zonas de la Franja de Gaza ni los suburbios de la ciudad. Tenia toda la semana para comprobar, si el alto estándar de vida que había visto hasta ahora, reflejaba realmente la realidad del pueblo palestino.
A diez metros y sobre la izquierda, identifique al barsito. Tres mesitas sobre la peatonal, dos de ellas ocupadas y la tercera con un pequeño cartel escrito en árabe. Deduje que decía “reservadoâ€. Me senté mirando hacia la peatonal, ya que no quería ser sorprendido por el intendente Abdala. Nadie salio a mi encuentro ni me pregunto nada, era evidente que mi aspecto me delataba.
Dos minutos después de las 11 hs., dos individuos que se aproximaban llamaron mi atención. No era su aspecto, sino que, sobre todo el mas corpulento, intercambiaba gestos y palabras con los transeúntes que lo identificaban. Era Abdala, ¿quien mas podía ser ?. Ya frente a mi y en un ingles con acento árabe, extendió su mano mientras preguntaba:
¿Sr. Francha ?-
¿Sr, Abdala ?-, respondí mientras me levantaba.
Siéntese por favor, no es necesario – espontáneamente me dijo.
El es Amir -, señalándome a su ocasional acompañante y sin aclararme quien era ni que hacia allí. Con tono amable continua…
Espero que este bien atendido y que pueda llevarse una buena impresión de nuestro pueblo.- Mi respuesta no se hizo esperar.
Bien atendido no es suficiente -, antes de que su cara se transformara continué.
¡ Muy bien atendido ! -Y sus facciones se relajaron nuevamente.
Bueno, me alegro que así sea – y continuo.
Le sugiero que comencemos ya que son días, en los que mi presencia es requerida en todo momento. Acordamos ½ hs,
¿ verdad ? Tiene Ud, la palabra –
¿ Me permite grabar la entrevista